S. Cuomo: Technology and Culture in Greek and Roman Antiquity (= Key Themes in Ancient History), Cambridge: Cambridge University Press 2007, xi + 212 S., ISBN 978-0-521-00903-4, GBP 15,99
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Quienes se ocupan de la literatura técnico-científica grecolatina ya tenían familiaridad con el nombre de Serafina Cuomo, sobre todo por su monografía acerca de Papo de Alejandría y las ciencias matemáticas en la Antigüedad Tardía, pero en lo sucesivo pasará a ser inexcusable en los estantes de sus bibliotecas gracias a este libro que ya resulta fundamental en la consideración crítica de este tipo de producción literaria y de su proyección socio-cultural en Grecia y Roma. La primera noticia que tuve sobre la publicación de este volumen me llegó de un colega que se refería a él como uno de los mejores trabajos sobre la materia en los últimos años y ahora debo confirmar que tenía razón.
El libro se abre con una breve sección de agradecimientos que da paso inmediatamente a la jugosa introducción (1-6). El cuerpo del volumen lo forman cinco capítulos independientes: The definition of techne in classical Athens (7-40), The Hellenistic military revolution (41-76), Death and the craftsman (77-102), Boundary disputes in the Roman Empire (103-130), Architects of late antiquity (131-164). Se cierra con el capítulo de conclusiones (165-168), una extensa bibliografía (169-202), un ensayo bibliográfico que guía al lector de manera razonada en la maraña de publicaciones relativas a la tecnología antigua (203-210), y con un índice (211-212).
Visto que el volumen se integra en la serie \"Key Themes in Ancient History\" el lector podría llegar al libro esperando encontrar una consideración continua y sistemática del tema. Esto no es lo que encontrará aquí. La estrategia comunicativa de Cuomo es más sofisticada pues plantea cinco ensayos aparentemente inconexos relativos a cuatro momentos bien diferenciados de la historia antigua, introducidos en estricto orden diacrónico.
El primero de ellos acomete una tarea que intimidaría a cualquiera, es decir, tratar de redefinir el concepto de techne en la Atenas clásica. La necesidad de redefinir nace de la comprobación de facto de que la noción de techne dominante en la crítica moderna, que deriva de las formulaciones epistemológicas platónicas y aristotélicas, no se corresponde con otras nociones de techne presentes en otros textos del periodo, como los textos médicos. Esto implica la necesidad de adoptar una sana actitud relativizadora para llegar a la hipótesis fundacional de que la techne era algo cambiante y móvil y que coexistían diferentes modos de concebirla y definirla, según quién, cómo y para qué. Pero lo más importante es sin duda la ruptura con la crítica tradicional que reduce el concepto de techne a una categoría bien definida y fijada por la tradición filosófica, puesto que esa no fue más que una voz en medio de una realidad polifónica.
El segundo capítulo aborda la cuestión del cambio (quizás deberíamos decir \"progreso\") tecnológico en la antigüedad a partir del caso paradigmático de la ingeniería militar y la creación de las primeras armas de \"destrucción masiva\": las catapultas y otros ingenios de artillería. Aun consciente de las limitaciones informativas de las fuentes, en el rastreo de los testimonios literarios y arqueológicos Cuomo identifica de modo muy plausible un proceso de revolución tecnológica que no se corresponde con el modelo de progreso lineal - el más defendido tradicionalmente - sino más bien con un modelo de \"scatter progress\", de progreso desperdigado, en el que contemporáneamente y en diversos puntos de la geografía antigua podían coexistir manifestaciones tecnológicas concretas que son fruto de diferentes estadios de progreso tecnológico. Además, este paradigma de revolución tecnológica se presta al análisis de la nueva concepción de \"hacer la guerra\" que se produce a partir de la modificación radical de los propios fundamentos de la guerra antigua, y que simplificando en exceso se verifica en la sustitución de la virtud guerrera tradicional, de la aristeia individual, por una virtud de tipo intelectual que permite dominar la tecnología y ponerla al servicio del ejército.
El tercer capítulo \"Death and the craftsman\" trata de indagar la consideración social de los artesanos en época romana fundamentalmente a partir de testimonios no textuales. Para ello desarrolla un ejemplar trabajo de interpretación iconográfica analizando diferentes representaciones de artesanos, generalmente en inscripciones funerarias, donde la atribución de las características reconocibles del trabajo desempeñado parece indicar un acto de auto-proclamación y reverencia a la tarea desempeñada. Y aún más allá. Cuomo propone un itinerario iconográfico centrado en la presencia de la libella en marcos no relacionados con artesanos, para lo que propone una interpretación de este elemento en clave simbólica y cuasi-totémica.
El cuarto capítulo centra su interés en la práctica agrimensoria aplicada a la disputa de lindes en el Imperio Romano. Esta perspectiva de estudio le permite penetrar en la interesante cuestión de la presencia real de las disciplinas técnicas en el sistema administrativo romano. Su estudio identifica primeramente un tipo de práctica no profesional en la delimitación de propiedades fundiarias ejecutada por personajes ilustres de la comunidad en función no de una capacitación profesional específica sino de una auctoritas social. No obstante, aunque Cuomo no lo indica explícitamente esta práctica se ve limitada en los testimonios a una época previa a la formalización de la disciplina agrimensoria como tal en Roma, con la creación de agrimensores públicos independientes del cuerpo de agrimensores que ejercían esta actividad en el ejército. Paralelamente Cuomo recoge otros testimonios que reflejan la práctica aplicada de esta actividad por parte de los agrimensores, generalmente en calidad de peritos y en ocasiones a título privado. Por último, ciertos testimonios epigráficos transmiten información acerca de la delimitación de lindes de terrenos a partir de indicios de tipo histórico sin necesidad de una intervención profesional ni judiciaria que deba resolver la situación de conflicto. El asunto es del máximo interés en los términos planteados por Cuomo, pero parece probable que una ulterior consideración de este fenómeno aplicando una clara distinción en términos geográficos y sobre todo en términos diacrónicos podría arrojar una imagen más sistemática y coherente de la naturaleza de los procesos agrimensorios en el Imperio Romano.
El último capítulo se ocupa de la identificación y caracterización sociocultural de los arquitectos de la Antigüedad Tardía a partir de ejemplos paradigmáticos como los de Antemio e Isidoro de Mileto en su relación con Justiniano y con su obra maestra, Santa Sofia, o el de Crises de Alejandría. Del cuadro allí descrito sobresale por su luminosidad la relación simbiótica entre cristianismo y arquitectura, es decir, entre la necesidad de producir nuevos espacios arquitectónicos ajustados a unas necesidades y exigencias concretas y la legitimación y enaltecimiento de la figura activa del arquitecto como instrumento en la aplicación de los designios divinos, lo que desencadenó una especie de \"espiritualización de la arquitectura\" y por ende del propio arquitecto.
Las conclusiones del libro revelan la propia conciencia de Cuomo de no haber producido una obra acabada, pero precisamente las múltiples puertas que va dejando abiertas en su desarrollo es una de sus virtudes más meritorias. Es un libro que suscita preguntas a cada página y que incita constantemente a emprender caminos de investigación aún no recorridos pero sin duda imprescindibles para mejorar nuestro conocimiento de la base cultural de griegos y romanos.
David Paniagua Aguilar